Matías Kulfas explicó que el plan destinará más de $10.000 millones para el desarrollo de nuevas industrias y la reconversión de pymes en clave ecológica.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró que «por primera vez tenemos en agenda nacional una política de desarrollo productivo verde», en referencia al plan que lanzó el Gobierno para incentivar el crecimiento de nuevas industrias y de la explotación de materias primas que permitan ampliar la matriz productiva nacional.
En ese sentido, el ministro aseguró que el objetivo del Gobierno es «incorporar en la agenda productiva de la Argentina la dimensión ambiental» de modo de alcanzar una triple sostenibilidad: macroeconómica, social y ambiental.
«Por primera vez estamos poniendo en agenda nacional una política de desarrollo productivo verde, que tenga en cuenta lo ambiental y lo productivo y que trace un camino en donde haya un horizonte de descarbonización y para que no lleguemos a 2030 sin una política de incorporación y producción de vehículos eléctricos, entre otros temas», aseguró Kulfas en una rueda de prensa.
Los cuatro ejes del Plan
El plan de Desarrollo Productivo Verde fue presentado oficialmente la semana pasada a través de la publicación de la Resolución 352/2021 en el Boletín Oficial y dispone un fondeo inicial de $10.000 millones para el financiamiento de créditos subsidiados, aportes no reembolsables y otros instrumentos para el desarrollo de nuevas industrias y la reconversión de pymes en clave ecológica.
Algunos de estos mecanismos serán subsidios por hasta 1,5 millones de pesos para los proyectos que se presenten y una línea de Banco Nación con tasa de 18% a cinco años y hasta 50 millones de pesos.
«Tenemos proyectado un impacto sobre unas 3.500 empresas que van a ser asistidas con esta primera inversión. Pero esto es sólo el primer paso en una discusión con gobierno subnacionales y distintos actores de la producción para articular un plan nacional de desarrollo», afirmó Kulfas.
El plan -dijo- tendrá cuatro grandes ejes: los nuevos sectores verdes, como tecnologías vinculadas al litio, al hidrógeno verde y a la electromovilidad; la economía circular para reutilizar residuos; la reconversión de sectores tradicionales, sobre todo del pyme; y la gestión sustentable de los recursos naturales, de modo de desarrollarlos con una mirada ambiental.
«Estamos trabajando en ampliar la matriz productiva», afirmó Kulfas.
Respecto de la movilidad sustentable Kulfas apuntó que hay un plan automotriz de corto y mediano plazo que incluye el proyecto de ley que ingresará al Congreso la semana que viene para «generar incentivos fiscales para la inversión y la exportación», y otro para el largo plazo que es la ley de movilidad sustentable que «viene para pensar lo nuevo, pero que va a tardar más tiempo».
En ese sentido, sostuvo que «la Argentina puede ingresar como un productor de recursos eléctricos» de cara al futuro y que, de cara a ese proceso, se está pensando en incentivar la producción de los recursos naturales que son los insumos de las nuevas industrias.
«Un auto eléctrico consume entre cinco y seis veces de cobre que un auto normal. Ahí hay una demanda concreta para la minería argentina. Algo parecido pasa con el litio, que es un recurso de alta relevancia para baterías y celulares», explicó Kulfas.
También destacó otras ramas de la industria como el cannabis medicinal e industrial, que se espera que genere unos 10.000 empleos hasta 2025, así como el reciclaje y la economía del conocimiento
«Hay un sector de servicios y de agregación de valor relacionada a la biotecnología y la nanotecnología que nos va a permitir vincular servicios una producción industrial más competitiva. Tenemos que avanzar en ese sentido», afirmó Kulfas.
De cara a la reconversión industrial, el objetivo de este proyecto es replicar en el país experiencias como la de Trivialtech, una pyme dedicada a la producción de tecnología de luminarias de LED que, en apenas 10 años, escaló muy fuerte en el mercado local gracias al valor agregado del diseño, ahorro energético y calidad de sus productos que, además, son totalmente reciclables.
Actualmente trabaja con cerca de 200 clientes de todo el país, mitad del sector público, como gobiernos municipales y provincias, y mitad del sector privado que, entre otros, incluye a multinacionales como Dow, Monsanto, Coca Cola y hasta licitaciones para iluminar la embajada de los Estados Unidos en la Argentina o el aeropuerto de Chapelco en San Martín de los Andes.
«Nuestros productos no dejan huella de carbono y permitieron ahorrar hasta el 82 por ciento del gasto en energía a algunas empresas con las que trabajamos», aseguró a Télam su presidente, José Tamborenea, durante una recorrida por su planta.