José Tamborenea: “No se puede abrir el mercado y después quitar impuestos”

Advertencia del presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas ante el aluvión de medidas de desregulación que emitió el Gobierno nacional en los últimos días.

El Gobierno tomó decisiones de desregulación en la última semana que abarcan desde la flexibilización de la importación de cemento, hasta la posibilidad de vender ganado de pie a otros países. País Productivo habló con José Tamborenea, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), sobre una de estas reformas: la eliminación de las medidas de seguridad eléctrica.

El empresario pyme reconoció que hubo diálogo con la gestión libertaria sobre la implementación de esta medida. Según recordó, los funcionarios insistían en la necesidad de recortar el gasto que implica la intervención de la Aduana y en la ineficacia de los controles de ingreso. Desde el punto de vista de la producción, se encienden las alertas por el peligro que genera esta iniciativa del Ejecutivo.

“Los que fabricamos en el país hacemos ensayos de los productos y se emiten certificaciones. Lo mismo se hace sobre los bienes que van a ingresar del exterior. Esto es así en todos los países del mundo. Ahora se cambia por una declaración jurada que valida lo que cada uno hace en su lugar de origen”, explicó el titular de CADIEEL.

Tamborenea renegó por la falta de compromiso oficial con la inspección de las manufacturas electrónicas que llegan a la Argentina. “Quienes tenían que hacer el control, no lo hacían bien. Entonces se penaliza a la regulación y ahora va a depender del mercado. El tema es que se cumpla, porque esta es una gestión de gobierno liviana, poco intervencionista y busca un equilibrio fiscal con escasos recursos”, sostuvo.

Para el empresario es importante tener en cuenta el alcance de esta medida. Según su experiencia, la liberación de certificados no solo recae sobre artículos de compañías reconocidas, sino que también se abre una ventana para otra serie de bienes fabricados por empresas que no son tan renombradas y que ponen en riesgo la vida cotidiana de los argentinos.

“Sturzenegger dio un ejemplo sobre una marca de computadoras. Esos son productos certificados y de primer nivel. Difícilmente vayan a generar una negligencia. Si la regulación se relaja, puede llegar a entrar cualquier cosa: una térmica, un disyuntor, una lámpara, un equipo electrónico, o un celular. Un montón de electrodomésticos que requieren conexión a la red y que antes debían acreditar una seguridad eléctrica”, insistió el metalúrgico.

Estado crítico de la producción

Los empresarios son conscientes de la necesidad que tenía el Poder Ejecutivo de estabilizar la economía. De esta manera también lo entiende el titular de CADIEEL, que afirma que trabajar sin inflación es fundamental para poder proyectar, tener transparencia en los números y saber dónde están parados. Sin embargo, advierte que en la actualidad “se le pega mucho a los industriales”.

Al hacer esta afirmación, se refiere a la carga impositiva que en Argentina se convirtió en un reclamo histórico de este sector. “A partir de los 70’ y para llegar a tener un país de avanzada se generaron una infinidad de impuestos, tasas y contribuciones y eso no se cumplió. Pasamos de una presión tributaria del 18% a más del 50%”, recordó y responsabilizó a las políticas de los diversos gobiernos que “fueron muy malas”.

A esta circunstancia se le suma la apertura de la economía. “Hoy te relajan todas las medidas de ingreso al país y la mitad de lo que entra no se corresponde al valor de tu producto; perdés competitividad. No por lo que hacemos puertas adentro de la fábrica, por la cantidad de unidades, por metros cuadrados o los recursos humanos, sino porque la administración del país ha sido muy mala”, señaló Tamborenea.

Todo empeora en el terreno internacional, donde la producción local queda desprotegida frente a las manufacturas de las grandes compañías orientales que emergen como los principales monstruos. “No se puede pretender que Argentina, que lidera el ranking mundial de carga tributaria, termine compitiendo donde ni Estados Unidos ni Europa pueden. Es muy desigual y nos deja en una desventaja grande”, afirmó.

“Adolecemos de un montón de desarrollo. Si la política no hace los deberes y nivela la cancha como corresponde, va a ser muy difícil salir a jugar. Estamos hablando de países que pagan un 3% de impuestos a las ganancias, donde no existe la seguridad e higiene industrial, que no pagan ingresos brutos, que no hacen aportes al empleo y que trabajan 20 horas en seis días a la semana”, profundizó el empresario.

Y si bien aclaró que el reclamo del sector no es parecerse a estas economías en esencia, dijo que es fundamental encontrar un equilibrio. “El tiempo es crítico. El orden de los factores en este caso altera el producto. No se puede abrir primero la economía y nivelar la cancha después, porque cuando lo querés hacer te quedaste sin jugadores”, manifestó Tamborenea.

“Nos han tirado tanta tierra a los industriales, que parece que nosotros somos el problema y no es así. Nosotros somos parte de la solución para el país. Eso le tiene que quedar claro a la sociedad, que recién se da cuenta cuando la gente pierde el trabajo”, se lamentó el presidente de CADIEEL.

Con un discurso casi emotivo y de reivindicación del sector, recordó la situación de los años 90’ y le pidió al Gobierno nacional: “Nivelame la cancha antes. No se puede sacar la regulación, abrir el mercado y después bajar los impuestos. Tenés que quitar la carga tributaria primero y darnos competitividad. Si no, así no queda nadie y es injusto para el que invirtió”.

Riesgo sobre las personas

“Se mueren más de 2.000 personas al año por incidentes de seguridad eléctrica.”, enfatizó sin dudar Tamborenea en la conversación con País Productivo. Desde su perspectiva, hay que tener presente las pérdidas cuantiosas que puede provocar un incendio y que no sólo son materiales. “Les han costado la vida a bomberos, además de las personas que estaban en la casa”, agregó.

El titular de CADIEEL recordó el hecho sucedido en un departamento de Recoleta a mediados de 2022. La batería de un monopatín eléctrico explotó en el séptimo piso de un edificio y el saldo fue fatal: cinco muertos y 31 heridos.

“Hay que controlar el mercado. Hay que tener cuidado, porque eso se puede llevar puestas un montón de vidas”, advirtió el empresario. El argumento oficial es que los controles aduaneros no funcionan y entra cualquier artículo. En una postura contraria, los fabricantes locales exigen el cumplimiento de las normas en lugar de su derogación.

En el resto del mundo la seguridad eléctrica es un tema que amerita regulaciones fuertes y muy pesadas, así lo remarcó el entrevistado. “Se trabaja para la seguridad de las personas. Se vela por el patrimonio nacional, porque las pérdidas ocasionan costos dinerarios. A su vez, funcionan como aranceles para proteger la industria en determinados casos”, profundizó.

“Si uno quiere un Estado liviano, con poca gente y relaja las medidas para que llegue mejor precio al consumidor, debe tener ojo con no olvidarse del control. Se empieza a tener incidencia sobre la vida y alguien tiene que hacerse cargo. No lo vamos a saber hasta que no esté en práctica, pero es una ventana de mucho riesgo”, alertó Tamborenea.

Fuente: País Productivo

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