La puesta en valor del ecosistema alentará mejoras estructurales a través de herramientas que las empresas se encuentran en condición de volver a producir
La mayor parte de los trabajos que se requerirán dentro de solo 5 o 10 años todavía no existen, y hay acuerdo general en que estarán vinculados a las tecnologías de la información y la comunicación y a la alfabetización digital.
En ese sentido, la existencia de un plan de educación digital resulta indispensable para que las nuevas generaciones puedan acceder a herramientas básicas para competir con el mundo.
La Argentina corre con ventajas porque fue pionera en el desarrollo del mayor programa de educación digital del mundo, Conectar Igualdad. Ese legado no puede ni debe interrumpirse; por el contrario, tiene que potenciarse y evolucionar de acuerdo a la tecnología existente y a las nuevas experiencias a nivel global que lo complementan.
Los sectores informático y electrónico argentinos poseen no solo la capacidad instalada para salir a responder a la tarea de reactivación de Conectar Igualdad en el corto plazo sino que algunas empresas cuentan también con experiencia en programas de educación digital a nivel regional (Brasil, Uruguay) y a nivel global en geografías tan disimiles como Kenia, Ruanda o Ghana, lo que permite agregar a la fabricación local de equipos y partes (hardware) propuestas de valor estratégicas para el futuro del país.
El relanzamiento de Conectar Igualdad tendría un múltiple impacto al permitir tanto mejoras en los procesos de aprendizaje mediante la alfabetización digital como en la reactivación de la industria informática y electrónica local. Rápidamente, podrían reabrirse fábricas y recuperarse una base de 4.000 puestos de trabajo en Tierra del Fuego, San Luis, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal.
La puesta en valor del programa y del ecosistema alentará mejoras estructurales a través de un sinnúmero de herramientas que las empresas locales se encuentran en plena condición de volver a producir y proveer.
Desarrolladores vinculados al software y a servicios asociados verían incrementada su escala exponencialmente al generar agregados en conectividad, nube, aplicaciones, aula digital, robótica, kits de programación, entrenamiento a docentes, entre otros.
Una situación que a su vez permitirá crear una nueva oferta exportable orientada a la educación digital, aprovechando no solo un tipo de cambio competitivo sino también el foco que el gobierno quiere poner en pymes a través de la nueva ley de economía del conocimiento.
Por Guillermo Freund, Presidente de la Comisión de Electrónica de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas.